Trocea el pollo, sepáralo en alas, muslos, cuadriles y pechuga reservando todo lo demás.
Calienta una olla a fuego alto y coloca dentro los trozos de pollo con agua hasta que se cocinen.
Deja que se cueza durante 10 minutos a fuego bajo. Transcurrido ese tiempo saca el pollo de la olla y deja que repose sobre una bandeja.
En un recipiente grande y limpio agrega los huevos, la mostaza y una pizca de sal. Bate hasta obtener una mezcla homogénea.
En otro recipiente grande y limpio agrega la harina de trigo, añádele sal y pimienta al gusto, y mezcla.
Coloca todas las piezas de pollo en el primer recipiente y déjalas reposar durante 30 minutos cubriendo con papel film.
Destapa el pollo y cúbrelo con la mezcla de harina.
Prepara un caldero de gran profundidad con aceite en su interior y colócalo a fuego alto.
Añade los trozos de pollo al caldero y fríelos.
Retira el pollo una vez adquiera una capa crujiente y colócalos en un plato con una servilleta absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve y acompaña con papas fritas o ensalada.
Disfruta con tu familia una deliciosa receta.