1. Llevar una olla a fuego medio, agregar un poco de aceite de oliva y sofreír nuestras cebollas y los tomates cortados en trozos. Agregar pasta de ajo al gusto, sal y pimienta.
Adicionar agua y la albahaca hasta cubrir. Dejar hervir por aproximadamente unos 15 a 20 minutos.
2. Apagar el fuego.
3. Llevar nuestro pesto de tomates a un recipiente una vez este frio y procesar hasta obtener la consistencia deseada.
4. Marinar nuestro pollo en ajo, pimienta y si se quiere (como algo adicional para dar sabor extra) un poco de vino blanco o cualquier licor que deseemos
5. Una vez marinados dorar en el horno a 150 grados centígrados.
Mientras nuestra pechuga de pollo se encuentra en el horno vamos a terminar de elaborar nuestra salsa pesto de tomate, adicionar unas dos cucharadas de queso parmesano y almendras picadas al final (las nueces es algo adicional, si son alérgicos a las nueces o no desean adicionarle es totalmente válido)
6. Servir nuestra pechuga de pollo al horno bañando cada una de estas con un poco de pesto de tomate y espolvoreando queso parmesano por encima al gusto.